viernes, 8 de noviembre de 2013

Las preguntas que ayudan a encontrar soluciones

Las preguntas que ayudan a encontrar soluciones!

El optimista de esta historia, antes de serlo, solía hacerse las preguntas inadecuadas a la hora de enfrentarse a los obstáculos que encontraba en el camino: ¿Por qué me pasan a mí estas cosas? ¿Cómo es posible que tenga tan mala suerte?
cuestiona
Obviamente, cuando se respondía a esas preguntas no encontraba soluciones.

Lo que sí conseguía era ahondar en la negatividad, multiplicar las quejas y los temores.
Durante mucho tiempo siguió haciendo lo mismo.
Aunque, poco a poco, comenzó a darse cuenta de que con esa actitud, además, perdía un tiempo valioso que podría emplear de otro modo. ¿Otro modo? ¿Qué modo…?
Gracias a esas dudas, a nuestro protagonista se le ocurrió enfrentar de otra manera el nuevo problema que encontró en el camino.
En este caso, decidió hacerse otro tipo de preguntas: ¿Qué puedo aprender de esta situación? ¿Hay algo que tenga de bueno? ¿Qué pequeño paso podría dar hoy para empezar a resolverla?
¡Qué cambio! Ésas sí eran preguntas útiles, el tipo de preguntas que abrían la puerta de las posibilidades.
Comenzó a responderlas con calma. Y, sí, tenía miedo. Pero no lo alentó. Quiso concentrarse en explorar las pocas o muchas opciones que barajaba para comenzar a salir del problema.
Una vez que se decidió por el pequeño paso que daría en ese momento para resolver la situación, apretó los dientes e hizo lo más difícil: darlo lo antes que pudo.
Ese pequeño paso hizo que el miedo se tambaleara y los pasos que siguieron, lo derrotaron.
Y, en vista de que su nueva táctica era más efectiva que la anterior, comenzó a usarla más veces. Más y más, hasta que desterró definitivamente su antiguo modo de enfrentarse a los problemas y adoptó el nuevo, mucho más útil.
Recapitulemos. ¿Qué es lo que hizo este amigo?:
(1) Hacerse preguntas útiles para abordar la situación a resolver.
(2) No ahondar en preocupaciones vacías o dramas innecesarios.
(3) Explorar respuestas/soluciones para las preguntas que se hizo.
(4) Elegir la adecuada (o adecuadas) para pasar a la acción.
(5) Dar el primer paso con premura.
A día de hoy no tiene ni que pensarlo. Con ligeras variaciones de ese esquema es como suele enfrentarse a la mayoría de sus problemas. Sin embargo, algún día nos contará que tuvo que practicar bastantehasta que se acostumbró a usarlo por sistema.

10 Momentos maravillos

Celebra 10 Momentos Maravillosos

Cada día es distinto. Cada uno de ellos trae sus propios sinsabores y también sus encantos.
nubes en el cielo
Hablemos de los segundos; de esos momentos agradables del día que merecen un poco de atención.

La mayoría son bastante comunes y frecuentes para muchos de nosotros.
No para todos.
Incluso para quien tenga capacidad de disfrutarlos, no están garantizados de por vida.
Únete y celebra conmigo…

1. El instante de relax en la cama

¿Qué te parece la primera sensación placentera de la mañana?
Despiertas. Estás muy cómodo. A continuación, vas estirándote y desperezándote poco a poco.
O, si esta no es tu favorita, tienes la de la noche, cuando te relajas entre el calor de las mantas y estás a medio camino del sueño.

2. Respirar a pleno pulmón

Respiramos continuamente y estamos muy acostumbrados a esas sensaciones; cosa que no debería ser obstáculo para pararnos a apreciarlas.
¿Qué tal si te tomas unos instantes en los que respires tranquilamente, prestando atención a todo el proceso? Además de placentero, es relajante y te ayuda a concentrarte en lo siguiente que vayas a hacer.

3. El paisaje

Dondequiera que vivas, puedes maravillarte a diario con el espectáculo del amanecer, cuando el día se tiñe de color, o mirando las nubes del cielo… o la Luna rodeada de un campo de estrellas.
Sé testigo de toda la belleza que te rodea. Disfrútala.

4. El contacto físico

El simple hecho de tocar a otro ser vivo es una experiencia que merece la pena celebrar, aunque se trate de un apretón de manos o de un beso de cortesía.
Cuánto más si se trata de un abrazo de alguien que queremos, donde se siente una conexión tan especial.

5. El movimiento

La autonomía para desplazarte o para ejecutar movimientos (incluso los más simples que imagines) constituye un tesoro invaluable. Y, por supuesto, también un placer que merece, al menos, un instante para apreciarlo.

6. Lo que hacen tus manos

¿Qué hacen hoy tus manos? Lavan, preparan la comida, teclean… y puede que hasta estén fabricando un regalito artesano. Todas esas acciones producen sensaciones muy variadas. Algunas, bastante agradables.

7. Un sabor delicioso

Si hoy comes (que ya con eso hay bastante que celebrar), además de ingerir los alimentos, saboréalos.
Vive de lleno esa experiencia sensual, piérdete gustoso en el momento (en especial si ese alimento es de tus favoritos, clarooo…).

8. La risa

Qué maravillosa expresión de la alegría… Si hay algo que hoy te parece divertido, ríe. Déjate llevar, a solas o en compañía de alguien.

9. Alegrar a otro

Al hilo del anterior, aprovecha el aspecto contagioso de la alegría para que otros también sientan el calorcito de esa emoción.
El buen humor es uno de los mejores regalos que puedes hacer hoy a los demás. Muchas veces basta con una simple sonrisa. Si el receptor te la devuelve, se establece una conexión muy agradable.

10. El silencio

Hay sonidos estupendos que apreciar y disfrutar. Y, además, está el silencio, que también se “escucha”. Ese instante de calma, de descanso, también es muy probable que lo vivas hoy.
A veces pasa inadvertido, por la saturación de estímulos que acompañan a esta sociedad moderna. Pero, aunque sea breve, ahí está ese breve remanso de paz para refrescar tu mente y llenarte de energía.

10 Beneficios de bailar.

10 Beneficios de Bailar



1. Siempre joven

El baile es un excelente ejerciciocardiovascular; aumenta nuestra capacidad pulmonar, la flexibilidad y firmeza de los músculos; educa nuestros hábitos posturales, etc.
¡Claro que es una estupenda opción para mantenerse joven!

2. Huesos fuertes, articulaciones lubricadas

El baile ayuda en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. Cuestión a tener en cuenta, especialmente, por las mujeres que hayan pasado la menopausia. Además, mantiene las articulaciones lubricadas, cosa que ayuda a prevenir la artritis.

3. Gasto calórico

Bailando se queman calorías. Más calorías, cuanto más intenso y rápido sea el baile. Naturalmente, no es lo mismo bailar un vals lento que una salsa frenética.

4. Se nota en la sangre

No estamos hablando de pasión, sino de colesterol. Bailar aumenta los niveles del llamado colesterol bueno (HDL) y disminuye los del malo (LDL). A las personas con diabetes, además, les ayuda a controlar el nivel de glucosa en sangre.

5. El cerebro también trabaja

Dependiendo del baile, también se hace ejercicio mental mientras se recuerdan los pasos y estamos concentrados para no meter la pata de mala manera.

6. Equilibrio y coordinación

Hay que mantener el equilibrio en multitud de posiciones diferentes (según el baile que se practique). Esto ayuda a fortalecer los músculos, disminuyendo la propensión a determinadas lesiones en nuestra vida cotidiana. Y, de paso, se mejoran la coordinación y los reflejos.

7. Interacción social

Además de ser un entretenimiento y un estupendo ejercicio físico, el baile puede constituir una oportunidad para relacionarnos con otros, incluso para hacer nueva
s amistades.

8. Diversidad cultural

El baile une. Personas muy diferentes, de procedencias diversas pueden moverse al ritmo de una misma pieza. Esto abre la mente y expande el espíritu.

9. Una invitación para ponerse guapos

Antes de bailar en público, la persona cuida de su aspecto. Para empezar, va bien aseada. No sea que, después de dar cuatro coletazos, su pareja o los de cerca huyan por el olor que desprende. Es broma, pero lo habitual es ponerse guapos antes de salir a bailar, ¿o no?

10. Feliz, feliz en tu día

Gracias al subidón de endorfinas propiciado por el baile, estamos de mejor humor y combatimos eficazmente el estrés y otras neuras.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La libido

LA LIBIDO


Libido es un término que se usa en medicina y psicoanálisis de manera general para denominar al deseo sexual de una persona. Como comportamiento sexual, la libido ocuparía la fase apetitiva en la cual un individuo trata de acceder a una pareja potencial mediante el desarrollo de ciertas pautas etológicas. No obstante, existen definiciones más técnicas del concepto, como las encontradas en las obras de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung que hacen referencia a la fuerza o energía psíquica. Estos autores vinculan la energía libidinal, respectivamente, a las pulsiones y a su carácter eminentemente sexual como meta primaria o a una energía mental indeterminada que mueve el desarrollo personal general de un individuo 


Según Freud

Libido es también un concepto descrito por el psicoanalista Sigmund Freud. Se refiere a la energía de la pulsión, o más propiamente, al afecto ligado a la transformación energética de las pulsiones, cuya meta original es siempre sexual (si bien puede ser «desexualizada» secundariamente, lo que implicaría siempre una renuncia o compromiso y un esfuerzo para canalizarla de manera diversa). La mente es un sistema cuyo equilibrio resulta del conflicto entre tendencias o instancias opuestas: se trata de fuerzas o pulsiones (‘energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo’). Esta energía que opera en la dialéctica interna de la psique se la llama libido.

Desde la óptica freudiana, libido es el afecto que se encuentra ligado a determinada pulsión: en el primer marco teórico (hasta 1914), la energía de las pulsiones sexuales; en el segundo marco teórico (hasta 1920), la energía tanto de las pulsiones sexuales como de las pulsiones yoicas; y en el tercer marco teórico, este término es transformado en Eros. Si bien los trabajos iniciales de Freud la definieron desde un punto de vista únicamente sexual, sus últimas obras reconsideraron este concepto y lo ampliaron, aplicándolo no sólo a ese ámbito, sino también a la energía productiva y vital de todo ser humano .


Según Jung


Para el psiquiatra y psicólogo Carl Gustav Jung la naturaleza de la libido representó uno de los primeros puntos de sus discrepancias con Freud. En desacuerdo con el carácter eminentemente sexual enfatizó una energía vital amplia e indiferenciada, se trataría de una «energía psíquica indiferenciada», el «élan vital de Bergson», no atada a un sustrato biologicista.

A la hora de explicar el funcionamiento de la energía psíquica propondrá tres ideas básicas derivadas de la física.
Principio de los opuestos. Principio omnipresente en todo el sistema junguiano, del mismo modo que existen opuestos o polaridades en la energía física (calor/frío, altura/profundidad, creación/deterioro), lo mismo acontece con la energía psíquica. Es precisamente este conflicto entre polaridades el principal motivador del comportamiento y generador de energía. Dicho de otro modo, a mayor conflicto entre opuestos mayor energía psíquica, no hay energía sin oposición.
Principio de equivalencia. Jung aplicará a todo acontecer psíquico el principio físico de la conservación de la energía, es decir, la energía no puede crearse ni destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra. Tal y como lo describe citando a Ludwig Busse.

Beneficios de escuchar música



10 Beneficios de escuchar música



¿Qué sientes cuándo escuchas música? ¿Qué logran transmitirte las canciones que oyes a diario?

Dicen que las melodías bien seleccionadas despiertan nuestras emociones, ayudan a calmar el dolor y consiguen aportarnos la paz y tranquilidad que a lo largo del día nos falta.

Además, está demostrado que escuchar diferentes ritmos tiene efectos positivos sobre la salud en las personas de todas las edades.

Lo cierto es que todos necesitamos música. Todos. No solo porque cambia nuestro estado de ánimo, sino porque nos acaricia el alma y supone un soplo de aire fresco para nuestra mente.

Pero, además, tiene muchísimos otros beneficios. ¿Te animas a descubrirlos? Entonces sigue leyendo
La música: un método infalible de relajación

¿Sabías que Pitágoras, Aristóteles y Platón ya creían que la música puede influir a nivel físico y emocional? Además, estaban convencidos de que aumenta el bienestar social y mejora la calidad de vida.

Han hecho falta miles de años para confirmar lo que entonces era solo una teoría, así que ¿vas a pasar por alto esta oportunidad única que otros no tuvieron para cambiar tu vida gracias a las melodías? De entre todos sus beneficios, hemos seleccionado para ti algunos de ellos para que valores todo lo que la música hace por nuestro bienestar:

1.- Reduce el dolor. Escuchar música a diario reduce el dolor crónico hasta en un 21%. Cuando escuchamos música liberamos endorfinas, y éstas actúan como analgésicos naturales. Eso no solo hace que las personas se sientan más en control de su dolor, sino que ayuda a aumentar la felicidad y a disminuir la depresión.

2.- Aísla al estrés. Un mínimo del 25% de las enfermedades que sufrimos están asociadas al estrés. Escuchar media hora de música suave aunque sea dos veces por semana, reduce significativamente los niveles de estrés y ansiedad. ¿Quieres ponerlo en práctica? En Omsica ofrecemos sonidos supraneurales con bases de sonidos binaurales para cada momento de tu vida. Mira aquí nuestro vídeo para entender la importancia de la música para nuestro cerebro.

3.- Refuerza la salud. Escuchar música suave también ayuda a reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Por tanto, reduce el riesgo de sufrir problemas de salud. Un estudio realizado en Italia demostró que las personas con la presión arterial alta reducían el ritmo cardíaco si escuchaban buena música durante media hora al día 30 días seguidos. Además, quedó demostrado cómo la música adecuada ayuda a calmar a las células y los tejidos que forman los pulmones.

4.- Estimula el cerebro. La música con ritmos fuertes hace que la concentración permanezca más aguda y los pensamientos más alerta. Escuchar música suave, en cambio, mejora la capacidad de concentrarse durante más tiempo, y promueve un estado de calma y meditación. No solamente provoca bienestar y aumenta la creatividad, sino que el efecto dura aún después que la música haya dejado de sonar.

5.- Aumenta el rendimiento. ¿Has escuchado música alguna vez mientras haces ejercicio? ¿Tu rendimiento ha aumentado? Estos dos hechos están relacionados entre si. Y es que la música no solamente elimina la sensación de fatiga, cansancio y aburrimiento sino que actúa como un estimulante que aumenta la productividad. Un estudio realizado en 2005 demostró que escuchar música mientras se hace ejercicio aumenta la pérdida de peso y ayuda a ser constante.

6.- Facilita el sueño. Escuchar música de baja frecuencia induce a la relajación, y facilita y mejora el sueño. Esto ayuda a que nos pongamos en un estado saludable: los efectos del estrés y la ansiedad desaparecen.

7.- Aumenta el optimismo. La música también puede ser usada para trasladarnos a un estado de ánimo mucho más positivo. Gracias a la música recordamos momentos felices, pero también aumentamos la autoestima y la confianza en nosotros mismos.

8.- Hace de medicina emocional. Otro de sus múltiples beneficios es que cuenta con la virtud de cambiar el ánimo de una persona rápidamente, y ayuda a tener autocontrol, mejora el poder de seducción y vence la timidez. Todo eso hace que la convierta en el mejor remedio para uno mismo.

9.- Invita a socializar. La música une a personas que comparten una pasión similar. Ayuda a conocer gente nueva, a hacer vida social y a unir grupos.

10.- Buena para meditar. Y si la música es tan buena en todos los aspectos de nuestra vida, ¿cómo no va a serlo para meditar? Las melodías suaves tienen un efecto mágico y relajante sobre los estados de tensión y el estrés del día a día. Ayuda a meditar a muchísima gente que hasta entonces tenía dificultades para hacerlo, y está demostrado que dedicar unos minutos al día a la música de baja frecuencia es una de las mejores técnicas de relajación que existen.

¿Qué sientes cuando le das al Play? ¿Qué sensaciones te transmite la música? Después de leer todos estos beneficios, ¿te queda algún motivo para no hacer de la música tu mejor aliada?
Escoge los sonidos con acierto, usa los que mejor te hagan sentir y, sobretodo, no dejes de soñar; porque la música tiene la gran ventaja de acompañarte en el camino hacia tus metas. ¿Te apetece? Pues como dice el dicho: ¡música, maestro!